Se me han ido las horas y los versos

[Quayle]

Los Don Quijotes me echan lanza,
y en astilleros pulo mis viajes,
con una dorada tardanza
que huele a beso de tarde,
me olvidan los recuerdos
me recuerdan los olvidos
quedando quedo en versos
sobre un papel que escribo,
y es que no llevo hoy trapos,
ni sueños, ni mechero, ni pincel,
ni unos míseros zapatos,
ni un cigarro o una flor echa en papel,
hoy no asiento ni sentado,
ni niego al que siempre dice que sí,
ni me siento enderezado
ni doblado sobre un labio carmesí.

Soy, pues, nuevo verso en cumbre,
en estrofa novata de piel y voz,
corazón que late por costumbre
y dejadez de acallada erupción,
silencio en vagueza de plena desidia
llamas de un apagado esplendor
los siete nombres de un día,
cuando en meses no tenemos sol.
Soy, pues, dactilar en plena huella,
pisada en una nieve sin color,
última presencia en una cueva
que se esconde por detrás de la foscor.

Y obro, empujado por el relente,
transportado por la brisa de un sabor
navegando por recónditos papeles
dibujándome en mis horas un reloj,
visto sus manillas con dedales
enumero su esfera con un son
que anotando unas notas de metales
preciosos habían sido carbón.

Carbón y otra vez las horas arden,
el tiempo me vuelve a decir que no
los ojos me susurran que ya es tarde
y las letras: ¡Que hasta aquí llegamos hoy!
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Bona Nit -Quayle- HDS