yo me debí de merecer una mierda.
Un parpadeo mientras crece la hierba,
y las estatuas cambiarán de postura.
Pegarse un tiro tampoco es remedio
ni tirarse por la ventana de casa,
6 pisos, 6 familias, 6 circunstancias
y yo que lo mando todo a la mierda.
Y ahora tendré que volver a peinarme,
pisar el Maycar con pintura de guerra
y reirme de las bromas absurdas
de las chicas que nunca duermen solas.
Salir por patas cuando haya pelea,
no esta el orgullo para asimilar ostias.
Ir practicando el soplido de velas
y la dificil satisfacción de la pareja.
a lucia no le gusta... la muy borde
