Aunque sea tarde esta noche para escribir acá me tienes delante de este ordenador, mirando como pasan las estrellas por el cielo que veo desde mi ventana.
Tal vez esta noche me quede escribiendo toda la noche, son las dos menos veinte y yo apenas tengo sueño, miro a un corcho donde tengo cosas que me recuerdan a mis amigos, fotos, un pendiente, estrellas, me pregunto si te acordarás de lo que te hablo, yo lo hago día a día.
Es larga la noche, sólo han pasado dos minutos, y sigo acá lamentando el día, lamentando comentarios que no tendrían que haber salido de mi boca, pensando en que poder pensar, pienso en ti si, también pienso en mi padre, mañana se va y no sé si volverá al día siguiente, ojalá que si, sabes que satisfacción podré tener, de las mejores al ver a un padre animado a querer recuperarse y más relajado sabiendo que mi madre dejará de llorar por las noches cuando nadie la escucha.
En algo podré decir que me parezco a ella, su rabia habla por si sola, es guapa si, lo mejor que puedes ver cuando vienes a casa, te dice que pasa guapo, jeje, típico de una madre, también pienso en que me puedo parecer a mi padre, en su físico algo sí, su bondad me relata y su mala follá me hace que sea como él, ¿quien no quiere parecerse a su padre? a lo mejor tu no, yo sí, joder hay que tener huevos para poder soportar a un chico como yo, cuatro años haciendole de todo, cuatro años diciendome que debo de hacer con mi vida y yo acá pasando de lo que dice, pero como bien dicen, es de sabios rectificar, o algo así no me hagáis mucho caso, que para filisofo el profesor de Raquel una amiga de Sevilla, que me comento el otro día una frase que me dejó sin palabras es la siguiente: "La vida primero te susurra, luego te habla y después te grita", a mi ya me susurró y me está empezando a hablar, espero que me grite después de mucho tiempo.
Me pongo a pensar y miro el reloj, ya pasaron siete minutos más, sigo acá escribiendo, me acaba de saludar María buena amiga también, me preguntaba que ¿qué hacía acá?, ¿donde me había metido?, yo sutilmente le respondí, que andaba bailando con un estrella, pero tropecé y me caí sobre la cama, me levanté y entré a escribir algo, ella me dijo que le parecía bien, yo le dije que seguiría escribiendo, hablaba de mi padre y mira ahora cambié de tema, jeje, hay que reirse si, y como decía mi padre aunque no lo sepa es un buen ejemplo a seguir, veas donde lo veas siempre dará y todo sin recibir nada, ojalá pudiera ser como él, tener gafas y una buena barriga y no quejarme de nada, jeje, eso sí, yo lo quiero como es ahora, parece que con esta enfermedad esos gritos se bajaron y ya no me da tanto miedo hablar con él, tal vez mi madre me asuste, por qué se sulfura en seguida y yo no puedo con un grito ni con un mírame suyo y tal vez de nadie, por qué me bajo en mi mismo y no subo.
Ella no comprende que mis veinte años no son dos, cree que tiene a ese crío con ricitos que le decía mami ayudame. Ahora me ves dos metros de alto, algo hermoso y se cree que tengo dos años por pensar como pienso, por no hacer lo que ella quiere, sé que a lo mejor es lo mejor para mi, pero si siempre es así como lo voy a poder aprender. Sigo sentando sin tener sueño, ya pasarón cinco minutos más, sigo pensando en ti y no puedo dormir, tal vez mis comentarios no fueran los debidos, la mala sangre me abunda y me siento tan inutil, que tal vez me encierre y te haga sufrir lo siento, no es lo que quiero para ti, nunca quise eso, es más quiero que seas la más felíz, qué me regales sonrisas, besos, abrazos que me hagan subir una y otra vez.
Sigo pensando en ti, sólo han pasado unos minutos, mírame sigo aquí, no me electrocutado aún, eso no, tal vez me drogue para escribir, pero que sea mañana cuando lo decida, ahora no ando drogado y mira, sigo aquí escribiendo sin parar, líneas y líneas que mañana te leeré, creo que te lo dije, no paro de pensar en ti, escucho una y otra vez tu voz en mi cabeza, miro a la pared y te veo pelirroja, miro al corcho y te veo morena, más joven, veo un pendiente lila y rosa, ¿recuerdas?, veo estrellas sí, me alumbran todas las noches.
Veo una foto tuya junta a la de mi abuela, querida mujer donde las haya, ¿que será de ella?, me pregunto cada día, ya son las dos, y ella se fue un seis de enero, un regalo de reyes que nunca olvidaré, yo solo pedí más tiempo junto a ella, y no me lo dieron, me arrepiento de muchas cosas, como las que dije esta noche y como las que le dije a ella, tal vez no sirva de nada, pero allá donde estes sé felíz, tal vez estes detrás mía leyendo estas líneas y tus manos esten apoyadas en mi espalda, si es así, lo siento, nunca quise hacerte el daño que te hice, si es así, cuida de mis padres de mi hermano, incluso cuida de mi, que a veces aunque no lo parezca te hubiera querido cerca, diciendome gruñón, diciendome "Ángel pareces un gitano", esas frases las llevo siempre conmigo, tu mirada no era la de una abuela normal, si no como la de una madre más.
Han pasado dos minutos más sigo acá escribiendo, creo que por esta noche pararé, arroparé a la luna, le pondré el despertador al sol, yo me iré a la cama, para pensar en vos.
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