Estoy harta de lidiar contra unos profesores que no entienden nada, contra unos sentimientos que no entiende de derrotas y contra el mundo, sólo por querer cambiarlo, cuando ni siquiera tengo fuerzas para cambiar mi vida.
Por fin, el autobús se detiene, unos pocos pasos para llegar al portal, pero todo me parece eterno, cuantas veces habré pensado en quedarme ahí sentada, en medio de la acera, o de la carretera, en medio de cualquier parte, o de ninguna parte, ahí, quieta esperando a que las fuerzas vengan a por mí y me lleven a donde quiero llegar.
Llegué, más cansada que ayer, más debil que cuando salí por la mañana, enciendo la musica, mi única acompañante eterna, siempre conmigo, suena mientras me voy quitando el abrigo y tirando los libros por algún sitio, que más da donde, ya los recogeré luego...
?Tranquila cosita... ya me voy... quemao por dentro y lleno de espinas, me llevo colores que le robé al día, pa pintar mis noches que andan descoloridas? la canción está ahí, y que diferente es cuando es un día alegre que cuando es triste, y ahora me gustaría robarle colores al día y pintar no solo mis noches, si no las de todos aquellos que no puedan sonreir...
Enciendo el ordenador, más de cien mentiras, leo, pienso en la gente que, al igual que yo, expresa sus sentimientos con palabras, su dolor, su alegría o lo que sea, leo aventuras de alguien a quien ya no le quieren, leo rabia por un mundo mejor, ansias de otros parajes, o de otras vidas mejores.
Entonces, leyendo eso, esas historias, cuentos, poemas, esas batallas por lidiar, me doy cuenta que todos estamos igual, soñamos, con otros mundos que escribimos, deseamos que todo vuelva al pasado o quizás que se adelante a pasos gigantes a ese futuro que queremos encontrar, vivimos al día, o no, y lo contamos, lo gritamos en una página donde sabemos que alguien nos escucha...
A veces sonrío, porque lo que alguien cuenta me recuerda a alguna época de mi vida que fue feliz, o quizás me recuerda tan solo a hace 5 minutos, a veces lloro, porque es inevitable recordar el dolor que sentí con las mismas palabras que, ahora otra persona ha escrito por mí, rostros de alegría, de rabia, de comprensión, es lo que imagino detrás de esas letras.
Después de llegar, de estar cansada, de estar escuchando esta música que muchas veces parece que está contando mi vida, después de leeros, de haber sonreido, llorado, de haberos comprendido, aquí estoy escribiendo esto... sin palabras extrañas, sin adornos, solo lo que sale, solo escribirlo para daros las gracias por hacerme capaz de pensar en vuestras palabras y hacerme sentir cada día un poquito más viva y un poquito menos sola... en mi lucha habitual...
Para dar las gracias a aquellos que ponen su nombre y a los que no, a aquellos a los que les gusta y a los que lo rechazan, pero aún así se han molestado en leerlo... a los que han escrito algo que quieren enseñar y a los que, por el contrario, lo ven desde fuera, solo leen pero sienten tus palabras y así te lo demuestran perdiendo su tiempo en ponerte unas palabras de animo, o simplemente diciendo que les gusta.
Y... aquí estoy yo, una vez más dando la lata, poniendo algo que quizás guste o no, pero que estoy segura que más de uno ha pensado... y es que qué más da si no gusta, solo son sentimientos, míos, vuestros, o de quien los quiera...
Por pensar, por sonreir, por odiar, simplemente por sentir... sin más... gracias...
(Bueno, creo que el texto ya lo dice todo
