Lo dijiste, como todas confiada
Lo pensabas, estaba claro el camino
Pronunciaste, como otras la palabra:
Amigo
¿Amigo?
No significa nada
¿amigo?
Es sin ti, pero conmigo
¿amigo?
No, de eso nada
No... nunca lo hemos sido
Yo te amaba
Y sigo
Escuchando a mi corazón gritándote sus latidos
Y no puedo hacer nada
La respuesta es no... no soy tu amigo
No puedo serlo, sin más
Si nadie me enseña a apagar
El fuego que llevo conmigo
Quizá algún día, quizá
Cuando venza a mi enemigo
Y ahora ya lo sé, está escrito
No, no puedo ser tu amigo
No, sabiendo como he sabido
Que eres tan linda que dueles
Que yo quiero estar contigo
Y que camines a mi lado
Que mi corazón cansado
No quiere más sacrificios
¿Amigo?
Lo siento, que ya no hay sitio
Dentro de mi pecho
Vacío
Y hueco
Lleno de olvido
Nunca he odiado tanto una palabra
¿ya sabes cual?
Amigo.
“Te veo como un amigo” es la absurdez más grande que se le puede decir a alguien que está enamorado de ti. Es darle las migajas de lo que desea a cambio del mayor de los regalos. Aunque sea cierto. Sólo hay una respuesta posible a esa frase. “Yo a ti no”. Aunque sea realmente difícil de decir. Aunque sea mentira.
