En la portada de El País se publica hoy una imagen en la que aparecen varios fundamentalistas del nuevo malo malísimo de los noticiarios, el EI (Estado Islámico), candidato a sustituir a los malquedas de Al Qaeda, que ya sólo se los creen los acérrimos televidentes. En la foto publicada se aprecia a los supuestos terroristas detenidos ataviados con sus mejores camisetas (de imitación) de la liga española, lo que podría ser una evidencia de la relación entre futbolismo e idiocia. ya que para ser fundamentalista de lo que sea es condición indispensable carecer de capacidad crítica, lo cual es un sinónimo incuestionable de incapacidad intelectual. ¿Alguno se imagina la tensión que debe aflorar en el ambiente al ver un partido de fútbol en un piso franco cargado de explosivos con fanáticos de ambos equipos rivales? Lo que sí me puedo imaginar es las jartadas a reír de los que les adoctrinan, se lo tienen que pasar terriblemente bien con lacayos tan fáciles de complacer (les pones la tele y ya son felices un rato largo).
Al menos ahora sabemos que los estadios serán más seguros que los hospitales mientras haya partido de fútbol. Que viva la FIFA (en su pocilga de oro con todos los cerdos que nutre con su basura).
