Creo que estás confundiendo "irrefutable" con "indudable". escribió:Si quieres, te lo presento.![]()
con la magia hemos topado!!
no me malinterpretes, aqui nadie pretende agotar la magia. El fuego, las tormentas, los eclipses... son fascinantes y sobrecogedores con magia o sin ella.
Lo que pasa es que muchas veces la magia se convierte en refugio de la ignorancia.
Y esa magia es la que se carga Reich.
!!y ya era hora que alguien lo hiciera!!
Tensión, carga, descarga, relajación... no son procesos cerebrales, son procesos celulares.Se dan a nivel citoplasmático, segun Reich, en todas las celulas de todos los organismos. En los unicelulares tambien. ¿comprendes las limitaciones del cerebro-maquina desde el enfoque de Reich?
Hay vida mas alla del sistema nervioso central, joer...
Los sentimientos desde ese enfoque, son datos energéticos.
Y sí, yo tampoco me puedo creer que este diciendo esto.
Si quieres pensar que son creencias irrefutables, estas en tu derecho.
En cuanto al término "magia" entiendo que puede sonar artificioso y hasta farandulesco... puedes llamarlo simplemente incógnita, si quieres evitar connotaciones negativas (o románticas) pero para mí la forma más pura de ignorancia se esconde tras las certezas mucho más que en las dudas. Y ya que estamos de citas me voy a remitir a Jung "uno no alcanza la iluminación fantaseando sobre la luz sino siendo conscientes de la oscuridad". ¿Realmente tienes una comprensión del mundo tan profunda como para refutar cualquier creencia? A mí me puede parecer más o menos verosímil o ridícula la creencia por ejemplo en un dios único o en una panda de ellos, en la panspermia o en la evolución natural terrícola, pero desde luego no tengo pruebas para demostrar ni para negar ninguna de ellas. Si nos centramos en una realidad más próxima, tampoco soy capaz entender el funcionamiento de mi organismo ni de mi entorno en toda su densa complejidad ¿Tú (o el tal fulano) con una explicación tan elemental puede obviar cualquier incógnita con semejante veleidad? Pues como dice Rosendo "qué queréis que os diga... qué desilusión".