al acecho una presa en el bosque, en el campo, siempre viento en contra, para oler, para no ser olido.
El sigilo lo calza en las patas, el silencio lo viste en la piel y busca...
rastreando y guardando los aullidos para la noche; afilando machetes con la lengua parece un radar queriendo escuchar las hojas.
El hambre aprieta y el lobo acelera, el hambre es la razón de la prisa, la prisa es la razón del error, casi fatal, pues casi no percibe a lo lejos el olor de algo.
Por fin se da cuenta y llega, y agazapado tras la sombra interroga con ojos amarillos la silueta para ver que es, para saber como atacar... ya sabe lo que es, y salta y ataca...
hoy... se demostró que no es tan fiero el lobo como lo pintan...
(ver imagen).
Para Anfi y kamawookie por su ayuda.