Eran las seis y diez de la tarde cuando un coche rojo paraba frente a la puerta de la prisión. Habían ido a recogerlo dos amigos. Carromero, con vaqueros y una maleta en la mano, salió con paso firme. Las únicas palabras que gritó a los periodistas allí congregados, desde la distancia que marcaban cuatro policías, fueron: ?Gracias por la atención prestada?. Fue un visto y no visto. Se disponía a pasar su primer fin de semana en libertad. El lunes deberá presentarse en un Centro de Inserción Social. Allí tendrá que dormir de lunes a viernes, o bien no hacerlo a cambio de estar bajo control llevando consigo una pulsera telemática.
La cárcel de Segovia consideró ayer que Carromero ?reúne todos los requisitos exigidos para la concesión del régimen abierto?, teniendo en cuenta el tipo de delito, la conducta del interno y el hecho de que tenga un empleo. El Ayuntamiento de Madrid ya había confirmado la semana pasada que le mantendría el puesto de asesor en el Consistorio, para facilitar así su puesta en libertad. Desde el entorno de Carromero aseguran que conserva el puesto, no solo por este motivo, sino porque es ?el mejor preparado? para el cargo.
Según la liquidación de la condena de la Audiencia Nacional, el dirigente de las juventudes populares ha cumplido 160 días de los cuatro años que le impuso un tribunal en Cuba, con lo que le quedan 1.300 días por cumplir en España (acabaría el 21 de julio de 2016).
Salvador Victoria, el consejero de Presidencia de la Comunidad de Madrid, ha afirmado esta tarde que hoy es ?el primer día del fin de la pesadilla de Carromero?. Cuando Esperanza Aguirre, presidenta del PP madrileño, lo visitó en la cárcel, el pasado 1 de enero, pidió una investigación internacional que esclareciera la muerte de los disidentes cubanos. Carromero fue declarado culpable de homicidio involuntario el pasado julio durante su juicio en Cuba. Entonces no recurrió la sentencia para facilitar la vuelta a España. Ingresó en la cárcel de Segovia el 29 de diciembre
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Que bien sale ser un hijo de puta despreciable en este país. Pena que no se matase el primero en el "accidente".