- El fácil y cobarde: Te puedes apuntar a cualquiera de las religiones o sectas existentes, aceptar todos sus dogmas de fé y sencillamente creerte todo lo que le diga el "iluminado" de turno, ese que supuestamente ha visto a Dios.
- El difícil y valiente: Seguir la propia voz interior, cuestionarlo todo, y poco a poco ir extrayendo una conclusión personal de Dios.
Este es el más difícil porque no te basas en un libro; ¡te basas en TODO lo que lees! y como estás aprendiendo constantemente, pocas cosas permanecen inalterables.
¿Cuál es vuestro camino?
