Los pensamientos exiliados no quieren volver
entre las olas de dulce ron
y las playas de chocolate
permanecen inválidos, excasos de emoción
Las puertas se cierran, las luces se apagan
todo es negro color maldito
la telarañas que se rompen en trocitos celestiales
y el niño que me grita asustado por el fuego
Todo desaparece en el justo momento en que los necesito
sin distancias, sin orgullo, sin ríos de tinta
toda la batalla se pierde al desenvainar mi espada azul
Y ahora lloro al no poder escribir,
igual que muchas veces escribí al no poder llorar
la tela se despeja y de nubes me pinta un cielo
me llueven palabras y las encajo en poemas
la inspiración ha vuelto, Gracias
la inspiración se ha ido
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