Me estoy tirando por la ventana, poco a poco, pues no tengo prisa. A caballo en la tapia, es el momento de elegir; después ya no habrá retorno, después ya habrá sido muy tarde. Considero el crujido y la caída, considero la molestia y el suelo... pero nada me convence.
Soy un palíndromo de mano a mano, casi perfecto, sólo me distinguen algunas manchas y cicatrices de juegos de niño, de peleas de joven, y de futuras derrotas de adulto y caídas de viejo. Paralelo a la ventana, parezco un péndulo oscilando entre la vida y la muerte, dominando a Damocles porque hoy la Espada soy yo. Quien decide soy yo.
La solución cobarde no me motiva; al contrario, me reppugna, sería muy fácil, pero haría mucho daño (no a mí). Creo que, finalmente, me voy a tirar del todo, pero hacia dentro.
Me pregunto qué pensará el típico psicólogo cuando lea todo esto, cuando me estudien y me pongan como ejemplo de "Locura por frustración ideológica". En fin... ni yo mismo lo creo, no soy nada nuevo bajo el Sol, sólo soy uno más tirándose por la ventana, poco a poco, cuyas maximas preocupaciones son que Raúl marque el domingo, que Dueñas pueda parar al chino, o que no se me acabe la batería del móvil, "oseatelojuro".
Y salto (hacia dentro). Y vuelve la vida a estallar, volviéndo a mí lo que más odio: el guarda de abajo que siempre me mira, las puñeteras tangagirls, la bombona que se acaba, el inepto y el cobarde, la malévola, el ruín.
En resumen, que cuanto más duele todo, más fuerte se escribe, que esa es la mayor fuente de inspiración... Dónde tengo que firmar para no volver a coger un lápiz... si eso significa un descanso, un alivio, creo que firmaríamos todos, a pesar de todo.
Kaizen
A caballo en la tapia
-
- Mensajes: 39
- Registrado: Vie Jun 18, 2004 9:48 pm
¿Quién está conectado?
Usuarios navegando por este Foro: Google [Bot] y 5 invitados