En mi caso, tal vez no me haya "endurecido" en mis gustos musicales, pero sí que los he mantenido. Me gusta tanto el Heavy Metal y el Death como cuando iba al instituto. Mi gusto por el rock se manifestó desde los 8 años y nunca ha parado. Tengo 28 años, tal vez aún sea joven (

no como KLARETE&SPEED, que con 34 ya es un veterano), pero ya desde los 20 es más normal ver a gente que deja de escuchar Metal para "abrirse a otros estilos" (unos pasteles); gente que a los 24 dejan de frecuentar garitos de rock para reafirmarse en su "madurez" (quiero y no puedo); gente que a los 29 o 30 jubila cualquiera camiseta con calaveras para agradar a sus suegras (MEDIOCRES).
Yo, a los 20 no tuve que abrirme a "otros estilos", porque en realidad siempre los he intentado respetar todos y siempre he podido disfrutar de varios géneros: música clásica, Hip Hop, pachangueo barato, salsa, Dance comercial, chunda-chunda pokeropastillero, House no rayante... pero siempre escuchando Metal como el que más. Disfrutar y respetar otros ambientes musicales y fiesteros, de hecho, lo que consiguieron fue que me reafirmara como rockero, pues lo he apreciado aún más.
A los 25 no dejé de frecuentar garitos de Rock; mi "madurez" me hizo más selectivo y la mayor parte de mis salidas eran a mis antros jebitorros favoritos; por no hablar de los conciertos y festivales a los que sigo asistiendo y donde más disfruto.
Y por último, cuando por primera vez vi a mi suegra, me presenté con melena, anillos, colgantes, botas y hablándole de mi ateísmo convencido. La camiseta no tenía calaveras, cierto, pero sí tenían un estampado de un hacha y una espada cruzadas tras una guitarra eléctrica. No me acepta del todo como soy, no me entiende, pero ha aprendido a respetarme y quererme, agradeciendome que mi sinceridad, en el fondo, le ha evitado decepciones.
Dj Dissident: si algún día crees que vas a abandonar el Metal, vente una temporada a Puerto Rico. El asqueroso reggaetón boricua, la insoportable bachata de los dominicanos y la babosería aburrida de Luis Fonsi harán que te reafirmes en los sonidos crudos que te molan. Y te darás cuenta que no merece la pena hacerle el juego a ninguna niñata que no le guste el Metal sólo por agradarla (un caso muy típico de ex-heavys de pastel): redescubrirás que las mujeres rockeras son las mejores!!! Y de paso, probarás la Cerveza Medalla y el café Yaucono Selecto Super Premium.