NO ÍCARO ( ORACIÓN)
Hostias!, otra vez aquí rodeado de enanitos que me miran, que me observan distraídos, con sus ojillos inyectados en sangre que me juzgan implacablemente. Otra vez aquí, entre estas cuatro paredes que parecen más angostas ahora que antes cuando entré, con su luz giratoria que gira y gira mareando e hipnotizando paulatina pero decididamente. Fastidiado intento apartar la vista momentáneamente, pero la visión de los enanitos dando saltos me obnubila de tal manera que me produce sudores fríos, parecen divertirse los tendenciosos pendencieros. La música es un ritual asquerosamente monocorde , los enanitos pelados bailan y bailan, pero también rebuznan escandalosamente, saben rebuznar bien, se nota que tienen estudios superiores, bailan siguiendo el curso del ruidoso río que les lleva, se dejan mecer plácidamente, aún no han aprendido a nadar contracorriente, ya aprenderán, ya ? pensamiento furtivo- que me conduce a otra sala anexa donde los enanitos arrodillados se desprenden de sus miserias, me producen lástima, tan intelectuales ellos, tan sabios ahora en un tu y yo no deseado, de rodillas ante un gran Roca gris no se pavonean tanto. El enanito andrajoso y con ridícula cresta se asusta, se ruboriza al ver que le observo, no lo puede evitar, es débil y no le gusta dar muestras de ello. Mientras huye despavorido me ruega con la mirada que no le comente a nadie que le he visto así, gilipollas no veas como te has puesto la camiseta?- pensamiento furtivo otra vez-
Todos somos dobles en la estancia grotescamente decorada con espejos tan bajitos para que los enanitos puedan contemplar su belleza temporera y ?ceniciéntica?, hay también pastillitas de colores que deambulan somnolientas por el cuarto esperando ser ingeridas, restos de gomina desparramada por el lavabo y olor a colonia barata engatusadora de enanitas carnavalescas con su tez recubierta de mascara gelatinosa, mañana por la mañana será otra historia?, -pensamiento furtivo número tres- que me acerca a la esfera circular situada en el centro de el recinto donde una jauría de enanitos posesos bailotean descoordinados como quintos en su primera practica, desorganizados como un rebaño de caretas sin pastor ni perro que les guíe.
Esta orgía no va conmigo- pensamiento decidido-, aparto enanitos vehemente, casi violentamente, abriéndome paso a empellones y escupiendo hirientes comentarios- esperando que me tomen por demente u algo parecido- para ir a parar dando tumbos a la zona noble del local donde una enanita putesca me azota con su mirada y me sirve uno de esos brebajes destroza estómagos aunque bebibles a ciertas horas de la madrugada cuando el alma no distingue entre garrafa o escocés. Me encantan sus tetas, - maldito pensamiento furtivo- que me hace vomitar de espíritu, me contradigo conmigo mismo, me contagio de su patetismo , se debe transmitir a través del aire, demasiados virus latentes, prefiero la gripe! -pensamiento coherente-.
Saboreo, quizás sea ya el quinto mejunje líquido, deben ser las cuatro o las cinco de la mañana, abro los ojos hasta ahora entornados por el plácido néctar que mi paladar aprehende, entorno a mi cientos, miles, puede que cientos de miles de enanitos desbocados revolotean mostrando muecas burlescas, me golpean despiadadamente, tal vez de forma involuntaria, quizás es mi ego que me ataca y no los enanitos que ya son verdes y más feos que hace un rato, que se arrastran clavando sus pezuñas en mis muslos ahora sangrientos, que estos se van debilitando, que la fiereza del ataque se agudiza a la par que mis defensas disminuyen hasta chocar contra la barra buscando una huida digna. No lo consigo y la putesca me devuelve con un grosero empellón al bullicio donde los enanitos verdes, feos y deformes aplauden tal heroica acción a la par que destrozan mis glúteos a mordiscos, noto su presión en mi carne tullida, el ataque a miles de bandas, ya son legión y yo a horcajadas, que deshonrosa postura- pensamiento baldío- .
Están por todas partes, ocupan ya todos los apéndices de mi cuerpo, la visión se nubla, el corazón se agita a paletadas de hormigonera asesina, la debilidad se palpa. Ellos, los enanitos verdes, feos, deformes y pelones lo saben y eso les gusta y les motiva, tanto que me embisten compulsivamente, escucho por mi única oreja ilesa una risa conjunta y chirriante, son hienas y yo su presa maltrecha.
No aguanto la postura, a punto de ceder, mis extremidades inferiores convertidas en amasijo de huesos dicen hasta aquí hemos llegado y renuncian a su digna condición, si ellas fallan el resto de mi cuerpecillo también lo hace. Engullendo mi propio cabello caigo derrotado al suelo, todo son enanitos encima de mi, bailando y pisoteándome con devoción extrema. Me han vencido otra vez los monstruitos de la noche, otra vez soy su trofeo, su primer premio.
Desde el suelo realizo un último y desesperado esfuerzo, y por el resquicio que se abre entre mi maltrecho ojo y los enanitos verdes, feos, deformes, pelones, y ahora gordos tras el manjar, adivino una silueta entre bafles de sonido y mesas de mezclas.
Eres tu el odiado y puto elfo causante de mi desgracias, un maldito elfo disfrazado de discjockey que se jacta, que se regodea y me señala con el dedo, con su uña mugrienta me azota!
Abro la boca, escupiendo enanitos sollozo, y entre gritos de dolor y con mis escasas fuerzas lanzó algo parecido a un alarido mientras reto descaradamente al jodido discjockey transformado en elfo burlesco.
Post. Data: No volveré más a esta mierda de discoteca-pensamiento último, pensamiento tardío, pensami
NO ICARO
-
- Mensajes: 240
- Registrado: Lun Feb 23, 2004 11:04 pm
¿Quién está conectado?
Usuarios navegando por este Foro: No hay usuarios registrados visitando el Foro y 2 invitados