Acaricié tus pelos de nuevo en esa nube que ronda por mis cielos,
esos de los que tanto hablo y nunca haces caso.
Despegué de esas tantas veces de nuevo,
esta vez era gracias a unos cigarritos de esos que me mandan de ahí abajo con tanta dulzura.
Siempre pensando en que podría pasar si no lo hiciera,
pero aunque no venga de nuevo, sé que estarás ahí,
no te dejaré sin palabras, ¿cuando te volveré a ver?.
Que pregunta más idiota, si todas las mañanas, cuando el sol
entra por la venta te tengo a mi lado mirandome y diciendome que me vaya,
para que luego volver.
Quisiera que las caricias de tus dedos fueran eternas,
que el soplo de tus labios fuera ese viento que me da en la cara,
que esos ojos que me miran sean la luz que me despierten durante la noche.
Quisiera que tus caricias notaran mis corazones gritar,
quisiera que yo fuera esas mantas que te rodean por las noches,
quisiera ser ese espejo que te mire todas las mañanas.
Quisiera ser tantas cosas que a veces me doy contra las paredes y no despierto de ese sueño que dices donde vivo.
Que bonito es a veces reirse de todo y que todo se ría de ti, el día que amanezca sin nada que contar, entonces diremos que mi sonrisa se apagará, mi corazón dejará de gritar y ese niño que hay dentro de mi se desvanecerá.
Ese niño que cuando quiere sale y cuando no también.
Ese niño que te sonrie cada día, que no es guapo sino feo.
Quien se cree pirata de palo chunga y mal trapo metido en el ojo izquierdo y que su espada es una simple escoba y su escudo un simple folio.
Yo soy ese niño, que se cree un Peter Pank, y que no quiere crecer.
Ese soy yo.
Ese soy yo
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Deltoya
, dicen que reirse de uno mismo a veces no viene nada mal... Aplausos.-
Deltoya
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