Frustracion, eso es lo que siento ahora. levanto la mano hacia las estrellas para intentar tocarlas y siempre me quedan demasiado lejos. Me acuesto con la misma imagen en mi mente y fuera de mis pensamientos solo la soledad acude a mi para arroparme con su frio. Busco en sueños volver a vivir esos recuerdos que encierro celosamente en mi mente para que no se me escurran entre los dedos cayendo en el olvido.
Y es que me duele pensar que puedo tener todo lo que quiero pero que en estos momento por razones del destino no puedo alcanzarlo. Una vez mas la historia juega en mi contra. Y me duele, me va secando por dentro poco a poco, solo espero salir de este pozo en el que me hundo mirando hacia la luz de la superficie para emerger y ver esa luz a la que miro en todo su esplendor.
Quien no se ha quedado alguna vez mirando a las estrellas y les ha hablado en pensamientos pidiendoles que les ayuden, yo por lo menos lo he hecho, con frecuencia en estos dias, algunas veces hasta el punto de que una lagrima salte de mi cuerpo para recorriendo mi cara caer al suelo. Impotencia. No tiene otro nombre para mi.
Impotencia, por no poder hacer nada más que lo que he hecho. Por saber que no puedo cambiar nada en estos momento aunque sea lo que mas ansio. Por ahora me conformo, por decir algo, con eso a lo que llamamos esperanza. Porque en el caso de que esta desaparezca, en el caso de que deje de mirar ese apice de luz que se cuela por la superficie del agua no se hasta donde puedo llegar a caer.
Naufraga en este mar llamado soledad nadando contracorriente.




