Y, de repente, se despertó, justo antes de que el reloj sonase. Encendió la luz y vio, como todos los días, que ya eran las ocho. Hubiese jurado que aún era medianoche, que acababa de acostarse, pero pronto se dio cuenta, ayudada por vagos recuerdos de sus sueños, que la noche había finalizado.
Vagando por la casa, como quien camina sin rumbo fijo, realizaba a tientas su rutina de la mañana. Como de costumbre, salió tarde de su casa para llegar pronto, sencillamente porque su reloj estaba atrasado, pero aun sabiendo esto, le encantaba esa sensación, le proporcionaba una extraña felicidad mañanera.
Ocupó su lugar de todos los días, con su mirada fija en el mar, contemplando el despertar del mundo desde aquel lugar no menos que exótico, y no volvió a encontrarse hasta la hora siguiente, cuando un timbre -maldito tiempo- le obligó a volver a la realidad.
Repitió esto cuantas clases tuvo, exceptuando el poco tiempo de recreo. Palabras cruzadas que hablaban del mínimo alrededor que apenas podía sentir, y el recuerdo de sus amigos de su papel principal de extraña, o despistada, según se mire. Las siguientes horas le hicieron volver un poco más a lo repugnantemente ?normal?, y con esto su papel secundario de dulce payasa, pero camuflada una vez más en sus pensamientos.
Voló la mañana, voló la tarde, encerrada en su casa como de costumbre, escuchando melodías que formaban su banda sonora, y rozaba la medianoche cuando se durmió.
?
Se despertó otra vez con el ruido incesante del reloj, y se dio cuenta de que acababa de finalizar un sueño para dar paso a otro, que duraría hasta el sonido del reloj de la mañana siguiente. Y un momento de lucidez le explicó el argumento de sus sueños. Una sonrisa permanente, cubierta de nubes rubias, destellos esmeralda y aspecto de atardecer entre horizontes, un duende o un ángel, y versos intentando dirigirse hacia sentimientos hasta ahora desconocidos.
Y sintió miedo, y quiso seguir soñando para no despertarse nunca, y a partir de ese momento nunca más volvió a poner el despertador.
Réquiem por el tiempo
...interesante....
una gran historia.
...acababa de finalizar un sueño para dar paso a otro, que duraría hasta el sonido del reloj de la mañana siguiente.
"la eternidad de una vida breve.
La luz del ánimo inconsolable.
El ánima atemporal.
Y el tiempo, cobarde, que ahora huye.
El tiempo huye.
Tempus fugit".
una gran historia.
...acababa de finalizar un sueño para dar paso a otro, que duraría hasta el sonido del reloj de la mañana siguiente.
"la eternidad de una vida breve.
La luz del ánimo inconsolable.
El ánima atemporal.
Y el tiempo, cobarde, que ahora huye.
El tiempo huye.
Tempus fugit".
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