Buenos dÃas, Cicely. Son las 7 y ahà fuera tenemos 0ºC y mucha humedad. Es hora de abrir el buzón de la emisora. Dave, de Mosquito Lake, nos escribe: ?Querido Chris, me encantó tu serie sobre el Islam, ¿PodrÃas mandarme el guión?? Pues lo siento, Dave, no lo tengo. Trabajo sin él. Me encanta que te gustara el programa. Aquà hay una nota personal; mi hermano Bernard me escribe unas lÃneas desde el continente negro: ?Querido Chris, Ã�frica es justamente como la soñaste. He subido a las Montañas Usambara ?en Tanzania, amigos?, y allà vi el amanecer y sentà que la sangre de mis antepasados latÃa en mis venas. Saludos a todos.? Vaya detalle, ¿no? Bernard está allá cogiendo las curvas de la carretera de la vida mientras la vuestra se arrastra en menudencias dÃa a dÃa, llena de sonido y furia y con miles de anuncios comerciales inútiles. La verdad, amigos, es que últimamente arrastro los pies psÃquicamente, y se debe a las subidas y bajadas del bio-ritmo, pero no cabe duda de que todos necesitamos un empujoncito; algo que nos haga saltar de la cama por mañana y saludar al nuevo dÃa con un enorme y cósmico hola.
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La lluvia suele ponerme melancólico. Es la hora de acurrucarse en un rincón, me relajo y huelo la madera. Y hoy sólo me siento mojado ¿Qué tiene el poseer cosas? ¿Por qué sentimos la necesidad de poseer lo que amamos? ¿Por qué nos volvemos tan bestias cuando lo poseemos? Todos sabéis qué es: queréis algo, lo poseéis, y al poseerlo lo perdemos. Cuando por fin has conquistado a la chica de tus sueños, lo primero que haces es tratar de cambiarla; esa forma suya de peinarse, su manera de vestir, cómo mastica el chicle... Y al poco tiempo lo que te gustaba, lo que has cambiado y lo que no te gusta son la misma cosa, como una acuarela bajo la lluvia.
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Buenos dÃas, Cicely. Os encantará saber que esta mañana llega un batallón de ingenieros del ejército para restaurar nuestra frágil tundra, ensangrentada pero no vencida. Buena suerte, muchachos. Decidle al ejército que basta de excursiones por nuestros preciosos bosques. Me han dicho que nuestros árboles ya no gritan? fin de un extraño fenómeno que nos ha maravillado a todos, pero ellos vuelven a su vida normal. Ah, sÃ? la vida reposada, como debe ser. Si los árboles volvieran a hablar, tengo la sensación de que dirÃan algo como: ?Eh, humanos, se acabó.? Hay algunas cosas con las que nunca debemos jugar, es mejor dejarlas en paz. SÃ, eso está bien, porque la felicidad no es tener cosas, ¿verdad? La felicidad es formar parte de ellas. Gracias a Shelly y a Holling por haberme ayudado a darme cuenta de todo esto.

Sé que hay posts abiertos sobre Doctor en Alaska, pero me podÃan las ganas de abrir otro, y es que he estado revisionando algunos capÃtulos últimamente y cuanto más lo veo más grande me parece.
¿Por qué nos gusta Doctor en Alaska?
Concebida originalmente como una comedia con un protagonista bien definido,
va evolucionando hacia una serie coral que incorpora elementos poéticos,
filosóficos y onÃricos, a la vez que va trazando una compleja cadena de relaciones entre los protagonistas,
que acaban conformando un universo muy particular: el mundo de Cicely.
A nuestro entender, las razones del éxito están en la honestidad y calidad de los guiones,
el magnÃfico reparto de actores, la exquisita selección de la música y,
sobre todo, en la gran cantidad de registros que adopta la serie:
si alguien quiere ver una buena comedia, la tiene servida y se reirá con las vicisitudes de los personajes;
si lo que busca son guiños culturales y un cierto nivel intelectual, sin duda es su serie;
si le gusta que se reflejen las relaciones humanas, los sentimientos y los pequeños problemas cotidianos, no quedará defraudado;
si le fascina el mundo onÃrico, las culturas indÃgenas, la ecologÃa, el paisaje, la literatura,
la filosofÃa o el cine, tiene de dónde servirse en abundancia.
Y quien sólo busca seguir el devenir cotidiano de los habitantes de una pequeña comunidad,
narrado con gracia y sensibilidad, quedará encantado con Doctor en Alaska.
http://www.terra.es/personal/aiolozil/r ... art007.htm


Mañana es dÃa de fiesta en mi tierra, y lo suyo serÃa salir a ponerse taja esta noche, pero pensándolo bien qué mejor que pirarse a Cicely hasta casi entrar la madrugada. Seguro que el mundo es mejor al despertar.
Nos veremos por la mañana, amigos... o a la luz de la luna. Lo que ocurra primero.