Me presenté y le pregunté si era Esono, el me dijo que no, que se llamaba Mamadou. Yo hice que me lo creía aunque no las tenía todas conmigo, así que me dediqué a espiarle hasta que le vi aparecer de esta guisa y con esta camiseta (logotipo de leño incluido). Ya no había duda. Él era Esono.
Así que mi viaje ya ha tenido sentido, lo he encontrado. Mañana por la noche cojo el avión y me vuelvo para España. Ha sido un gustazo.