Un extraño concierto
Una noche vieja que no lo fue
Un beso que no llego
Una mirada que no se produjo
Un adiós que nunca se dirá
Un hola que sonó a adiós
Miles de años por vivir
Y tantos ya terminados
Soledad y compañía
Por el camino
Siempre sola
Pero en compañía de todos
Alguien que quiso ocuparse
Pero sé mal interpreto su voz
Un beso dulce
Con labios de miel
Para unos dedos fríos
Dedos que sueñan
Que escriben
Que piensan
Que no parecen
Pero que siempre están
En un recuerdo que tiene que terminar
Por el bien de su vida
Por el bien de la mía
Por un sueño que duro un segundo
El señor del reloj de arena señalaba
Que solo quedaban dos horas
Yo con todo el valor del mundo
Le tire mi reloj a la cara
Y lo pise
La guadaña soltó
Y el reloj el cogio
Muero
Soñando
Que una vez fuimos uno
Sin necesidad de besarnos
Ni siquiera de mirarnos
Unos dedos fríos
Y unos labios dulces.
Gracias por leerme
