amor, frustración y otros sentimientos encontradizos

[PUNKSNOTDEAD]

El infierno es demasiado dulce,
comparado con esta travesía por el desierto,
cuando, en sueños, llego a la mejor parte siempre me despierto,
en la vida real pasa lo mismo,
por eso siempre he sabido que no es oro todo lo que reluce.
Y aquí me ves,
caminando por calles sucias y desiertas,
intentando encenderme esta chusta que se me apaga cada dos por tres,
con un ojo en la espalda, siempre alerta,
esperando algo nuevo que sé que hoy no va a llegar.
Mantengo devaneos con la nada a falta de espectativas,
mirar atrás nunca me ha servido de ayuda,
la suerte me seguirá siendo esquiva,
y tú siempre tendrás el beneficio de la duda.
Tus brazos me han hecho sentirme mejor que todas esas palabras de falsa compasión,
tu silencio me devolvió las ganas de escuchar cómo azota el viento,
perdóname si alguna vez te he defraudado,
hoy lo estoy pagando con creces, y hazme caso que lo siento,
a veces me asfixia la presión de saber que jamás volveré a poder estar a tu lado.
Acumulo frustraciones para escupírtelas a la cara,
vivo entre subidas y bajones,
euforias y depresiones y quimeras oxidadas.
Prefiero pasar desapercibido a ser el centro de atención,
entre oscuridad y sombras siempre me he sentido mejor,
estoy a años luz de lo que se dice ser un buen ejemplo,
y demasiado cerca de dejarme llevar por la autodestrucción.
Veo cómo gente ilusa construye templos,
sin saber que no hay más que lodo bajo sus cimientos,
a la mierda los dogmas, a la mierda todas vuestras míseras creencias,
que yo de lo único que me fío es de mis propias experiencias.
Soy humano y sigo errando,
procurando que ninguna de esas puertas se me vayan cerrando,
pocas cosas me sorprenden, el tiempo me ha curado de espanto,
y no hay mayor motivo para celebrar, que ahora mismo lo estamos celebrando.
Me apretaste tan fuerte que, aunque pasen los años, sigo estando marcado,
por todas aquellas noches inertes, vagando por los parques como dos desgraciados,
sin nada más que compartir que nuestras insignificantes presencias,
me cuesta reconocerlo,
pero se me anulan los sentidos cuando te recuerdo,
y de golpe y plumazo se me agota la paciencia.
Para no pensar en ti expulsé a la esperanza,
no por rencor, sino por no prolongar esta agonía,
sin darme cuenta de que la balanza,
se ha vuelto a inclinar del lado de la apatía.
Vi cómo te alejabas por la acera y me di la vuelta lleno de rabia,
presentí que algo se había muerto en mí,
y no exagero cuando digo que desde entonces no he llegado a enamorarme,
más que del paisaje, del momento y de algún otro intervalo de frenesí.
Sois dos, pero hoy os fundiré en una,
fuísteis lo único por lo que cambiaría de vida,
convertirme en un buen partido y dejar de ser un bala perdida,
pero si me paro a pensar...
todavía quedan mares en los que poder naufragar.

[Cronos]

Me he sentido muy muy muy identificado. Hasta demasiado. Me has recordado a mi mismo en mas d eun momento... y eso, para mi, en un poema, es un enorme piropo...

Aplausos.