mi pecho de derretirse, mi boca de morder algo.
El cencerro de mi mente de repiquetear de histeria
y mi piel de despegarse y colarsete hasta el fondo.
En mi frente una cascada, en mis ojos dos mercurios
en mi cara todo hierve y en mis manos triunfa el frío
en la barra cinco historias de fracaso con dos hielos
la calle llena de aviones que no quieren vernos dentro.
Las patadas del recuerdo son besos de cuando sueño
el no rotundo del espejo es el sí de mi cerveza
las canciones que yo silbo son las letras que no entiendo
y esta barra es todo aquello que dicen que no merezco.
Pero alto como el cielo de la voz que vuela lejos
y sincero como los charcos que pisamos con sandalias
desenfrenado, tozudo, soñandote cubierta en besos
noche tras noche a tu puerta sigo esperando que salgas.
saludos weys!
