En el fondo siempre contesto las mismas preguntas una y otra vez.
No pensé que tú sintieras lo mismo que yo cuando te hice la primera pregunta, confirme con tu respuesta lo que yo sospechaba desde el primer día.
Nuestros encuentros siempre fueron vulgares paradojas del destino un no saber que hacer y un hola que voy a pasarme. Recuerdo como me gustaba que te presentaras sin llamar, siempre con una sonrisa y un puedo ayudarte.
No me digas como fue pero aquel extraño día no estaba preparada para que me hicieras todas aquellas preguntas y acabe dejando que entraras poco a poco en mi vida como un rayo de luna, suave sin prisa y dulcemente. ¿ Cómo lo hiciste? Lo desconozco pero fue magistral por tu parte.
Después las conversaciones telefónicas en las que nos contábamos nuestra vida sin pensar y luego aquel concierto con un bunbury rebosante frente a nosotros y meciéndonos con las suaves notas de música y un vals, un tango y aquella canción tan triste.
Luego llega el fin de año me convenciste para quedar contigo y fue un desastre total.
No solo bebí si no que para animarme tome algo que una falsa amiga me dio para animarme y alucine,
Tu me llevaste a casa por que te ofreciste a cuidar de mí cuando te conté lo que había hecho.
Luego las dos horas perdidas en aquel extraño parque y la conversación del despertar tu llorando y yo sin entender por que llorabas y amanecía y un sol precioso iluminaba un azul cielo en este mi Madrid.
Yo me deje llevar hasta casa, te pedí perdón mientras caminaba y el frío me helaba la mirada.
Cuando me llamaste al día siguiente pensé que nunca lo harías pero lo hiciste.
Ahora la pregunta que no me contestaste en ese momento sigue estando en mi cabeza y es ¿ por qué llorabas? ¿ Por que no me contestaste? ¿ Por que te enfadaste cuando te quise besar? ¿ Por que las lagrimas? .
Añoro tus conversaciones pero no consigo recordar tu cara.
gracias por leerme
