Va a cambiar el tiempo

[Lunera]

Las líneas que delimitan el cuerpo
que respira inconsciente en
un nido de dudas e imperiosas preguntas,
se posan dulcemente sobre el espacio,
como el amante agotado,
como el flujo derramado entre los muslos
de la que no siente.
Se hizo la noche en la cabeza,
se hizo Madrid entre los dedos de los pies,
se hizo y se deshizo todo el pretérito.
¡Se puso en celo el invierno
tratando de apresar entre sus dientes la nuca del verano,
cómplice del revolcón por excelencia!.
Llegó el frío a mi piel desnuda
cristalizando aquellas líneas,
el vaho se colocó frente a mi boca,
empecé a temblar sin compás
y no eché de menos ni mi nombre
porque no tenía,
fui tan sólo un ente en medio de la acera,
aparcado junto al metro,
con las manos frías
y el corazón caliente...