Era un osezno grandote pero aun joven y juguetón, le gustaba perseguir mariposas correteando tras ellas a torpes zancadas, pero si una mariposa se posaba en su nariz, se ponía bizco, la miraba y salía huyendo de ella asustado y despavorido, las veía bellas pero le producían temor, prefería observarlas manteniendo las distancias y simplemente, jugar correteando tras ellas en la pradera;
Cuando no estaba en la pradera jugando, le agradaba tumbarse entre los mayores para escuchar sus conversaciones y leyendas, era curioso y le gustaba aprender, se encontraba a gusto entre ellos, quería ser como ellos, las palabras que de su boca salían eran palabras de adulto, pero no se olvidaba de salir a corretear por la pradera tras las mariposas como joven osezno que era.
Un mal día, salió a la pradera como acostumbraba y con tan mala suerte que confundió una mariposa con una abeja, corrió tras ella, ella voló tras él, se acercaba a ella y al instante de un respingo saltaba hacia atrás y así jugeteo con la abeja durante un largo tiempo, el osezno se confió y por fin permitió que la abeja se posase en su nariz, aguanto sin asustarse y la malvada abeja clavo su aguijón en la fresca carne de su nariz, con tan mala suerte que el osezno era alérgico a las picaduras de abeja, comenzó a sentirse mal, dolorido, desorientado y con los ojos inundados de lagrimas, fue torpemente en busca del grupo de osos mayores; Una osa que de lejos lo veía venir se acerco a el con pasos firmes y le pregunto el por que de sus lagrimas.
Él le contó su historia con la malvada mariposa que le hirió y la osa lo acogió en sus brazos y le estrecho contra su pecho para calmarlo, entre caricias y sonrisas le explico que las mariposas son bellas y buenas, que no debe temer, que su ?accidente? era debido a que no supo distinguir entre una abeja y una mariposa y erró, lo calmo lamió sus lagrimas y le dio un ungüento para su nariz, el osezno tras un tiempo se recuperó y animado por la osa volverá a corretear torpemente por la pradera y llegara un día en el que una bella y bondadosa mariposa se posara en su nariz y reunirá el coraje suficiente para no huir de ella asustado y así comprobara que le agrada la sensación de la mariposa acariciando su naricilla con las alas, permitirá que ella le haga cosquillas y se reirá, será feliz y por las noches se acercara a la pradera, se tumbara panza arriba y en el cielo buscara la osa mayor y la contara lo feliz que es, en ese momento una estrella fugaz surcara el cielo atravesando la osa mayor y dibujando en ella con su estela una sonrisa.
A mi osito.
el osezno que temia a las mariposas
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¿Yo Osito?
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