Volaba el veneno encauzado
en un soplo, junto a un junco,
rociándo en vestidos largos
los tallos de hierba oscuros.
La noche, vacía como el silencio,
se dejaba desangrar como un río
en arrabales de milenios,
que pintaban canas a un niño.
Oscura, la vida, vagaba sola,
difuminada entre las flores
doblada contra sus corolas
acribillando sus malos olores.
Así, su cuerpo, como una estrella,
parecía un diminuto punto de luz,
una pizca de brevedad efímera
recostada sobre un viejo baúl.
Su presencia, de carne y amor,
rezumaba lluvia y humo
y un melodioso clamor
que invitaba a bailes nocturnos.
Sus llamas, sus delicadas líneas,
sus ángulos y sus suaves contornos,
sus lagos en calma y sus pupilas ígneas,
su centro, su vientre y sus ojos,
su cuerpo, como una fuente blanca,
contrastaba al matiz de aquella noche,
su cuerpo, extendido sobre el agua,
imitando al son del corazón del bosque.
Su cuerpo, último brote de aquel cauce,
recién aún venida desde el horizonte,
eterno sedimento de piel suave,
recién aún cuando embisten los sabores.
Su presencia, epicentro y ruptura,
abismo de mis buenos despertares,
anhelos del calor y la frescura,
y de las olas que nacen en los mares.
Ella, desdibujando el paisaje con la mirada,
con un gesto de ausencia sentada sobre una hoja,
ella, con el susurro y el tronar de las almas
encerrados en su atrevida y traviesa boca.
Sanó el veneno, murió el silencio,
y la vida emanó perfume al viento,
y una espiga de trigo en sus rodillas,
deshaciendose junto a los besos.
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SRV -Quayle- HDS
Ella
Sus llamas, sus delicadas líneas,
sus ángulos y sus suaves contornos,
sus lagos en calma y sus pupilas ígneas,
su centro, su vientre y sus ojos,
su cuerpo, como una fuente blanca,
contrastaba al matiz de aquella noche,
su cuerpo, extendido sobre el agua,
imitando al son del corazón del bosque.
Su cuerpo, último brote de aquel cauce,
recién aún venida desde el horizonte,
eterno sedimento de piel suave,
recién aún cuando embisten los sabores.
Su presencia, epicentro y ruptura,
abismo de mis buenos despertares,
anhelos del calor y la frescura,
y de las olas que nacen en los mares.
hacia muxo tiempo q no m parecia algo tan bonito,hacia q no te leia algo asi,komo tu sabes decir las kosas,haciendolo facil.plasplasplas jerbu.
sus ángulos y sus suaves contornos,
sus lagos en calma y sus pupilas ígneas,
su centro, su vientre y sus ojos,
su cuerpo, como una fuente blanca,
contrastaba al matiz de aquella noche,
su cuerpo, extendido sobre el agua,
imitando al son del corazón del bosque.
Su cuerpo, último brote de aquel cauce,
recién aún venida desde el horizonte,
eterno sedimento de piel suave,
recién aún cuando embisten los sabores.
Su presencia, epicentro y ruptura,
abismo de mis buenos despertares,
anhelos del calor y la frescura,
y de las olas que nacen en los mares.
hacia muxo tiempo q no m parecia algo tan bonito,hacia q no te leia algo asi,komo tu sabes decir las kosas,haciendolo facil.plasplasplas jerbu.
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