del libro

[Invitado]

. La Sangre Negra ha caído. Vivimos en la semioscuridad de la luz. Quisiera apostar por la mía, como sola y de nadie, en su estado de pureza más grande. De ese color azul, como el hielo ardiente del infierno. O debiera decir cárdeno, como el fuego seco del cielo, que después de todo también es azul. Por eso has ganado que pierda la fe.
...No se hasta dónde porque sí. La contradicción es neto en mis teorías porque es obligatoria en todas las ciencias. Es el destino la serpiente que se muerde la boca, de los dientes. Escojas o no el fin de los fines es. Y cuando haya pasado todo, no te estremezcas, ya pasó. El veneno no es de beber. Cuando te bata el lienzo es pues te pudiste levantar.




Tras de haber escuchado muchas otras alucinógenas hierbas estoy condenado a defender a vida y mi muerte este eslabón del hombre, el que aparenta ser fin, sin prisa pues dura en la agonía. Sería estúpido decir que todo ha sido bueno. Incluso muchas de nuestras canciones preferidas pudieron ser asqueantes. A pesar de aquello es esa pasión, intensidad, atmósfera, sentimiento y encantamiento en cada presente pasado, cual polen entre cenizas de sauce, quienes nos hacen sabios. Y para qué. No debo sino siento arrepentimiento. No consumiera malinterpretar otros estilos, sólo veo que ni tan siquiera se cree en lo que piensas, con pensamientos sin sentido. Quienes prefieran aumentar su avaricia en vez de su espíritu pueden asfixiar el alma y ahogar al ser humano de manera inexorable. También criticar puede amedrentar aún más nuestro ser pues sea que sólo encanto dar una opinión que puede no ser de coincidencia para otros (los demás; de yo), que en una absorbancia diferente, distante de mis emociones más profundas, viva otras posiblemente más intensamente sentidas. Arrimarse a la borrasca para llegar mejor a la idea que cumple cada día con que puedo estar equivocado. Es dudar de tener, con retirada a la obligada, que echar por tierra todo un mundo creado desde tiempos de ayer, lejos, en cimientos de arena. Si se esconden las imágenes se olvidarán, o incluso puede que se estropeen y se pierdan por estigma perpetuo. ¿Acaso no es verdad que se nos vencerá por nuestros males? Pero también lo es que no hay nada para siempre.