La tortuga que se atusa la coleta,
la noria que se cansa de girar.
Que no quiere parar
la pereza, que no puede estarse quieta,
que se pone a divagar,
y comienza a menguar.
La certeza de que no quieres estar conmigo.
La traición que es traicionada,
el recelo a volverme a levantar.
La miseria como único testigo,
y la tos como aliada,
como enemigo el azar.
La verdad que busqué en la nada.
El valor disidente.
Esta condena a la libertad.
La guerra que nunca fue librada.
El capricho del presente,
el mandato de la causalidad.
El flequillo de tu frente marchita,
el ovillo de mis sueños.
El empeño de la comodidad.
Mis esperanzas se inmolan con dinamita,
y tiritan, se quedan sin dueño
mis anhelos y mi seguridad.
Trogloditas, estúpidos y orgullosos,
masoquistas, torpes, irreflexivos,
desterrados, autocensurados a recordar.
Complacientes, comunistas sudorosos,
impacientes, filósofos, esquivos
depresivos, habituados a no rezar.
Cien ladrones robándome la sonrisa.
Por cojones, te lo juro,
que no me van a exterminar.
Aunque tus ojos tengan tanta prisa,
aunque el sol siempre esté oscuro,
aunque se evapore la mar.
la tortuga que se atusa la coleta
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- Registrado: Vie Jul 30, 2004 4:27 pm
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