Hoy toca hablar de ti, si si de ti, esa que me hace levantar por las mañanas para despertarla, con un simple "Buenos Días", esa que me hace reir con esa vocecita dormidita...
Sabes me vuelvo loco al saber que me escuchas cuando te despierto, suenan guitarras, suenan violines y que!, da igual, ¿las escuchas?, ¿sí no?, que sensación me puede entrar al ver un toquecillo tuyo, ¿alegría?, me preguntas, yo te digo que sí, dejame que te ponga un café, y hablemos de las cosas que anoche pasaron, como fueron las horas hablando de cosas, que no tenían fin, hablemos de las risas y los besos que volaron en nuestras habitaciones. Hablemos de ti Pequeñaja, sabes, busqué en un diccionario Pequeñaja, y mi sorpresa era que venía esta palabra, y decía lo siguiente: Bondad, cariño, amor, dulce, sabrosa (toda ella)... y más palabras que pondría, pero ¿sabes qué?, no cabrían tantas palabras en este foro ni este mundo virtual, ni en las paredes de las calles de este mundo, son miles de cosas.
Me dijeron que eras Dulcinea, la que quería el Don Quijote, ya dije yo, que más loco no podía estar, luchando contra molinos creyendo que eran gigantes, y mirame a mi, luchando contra las jeringuillas que son esos gigantes que me acompañaron, no hablaré de esto, por que no merece la pena, hablaré de un pirata que fue en busqueda de la chica más guapa de todo el mundo, navegó por ríos y mares, por cielos llenos de estrella, iba tras la morena, si si esa morena que tenía un encanto... Digamos que este pirata, tenía un mobre de golfo, se llamaba Luis, ¿vaya nombre para un pirata no?, después de oir nombres como Barbaroja o cualquier otro, digamos que el seguía buscando a esa morena, que tenía una mirada intensa, mirada que dejaba tonto a cualquiera, la encontró, le dijo que le acompañara, decía que el cambiaría, ella no lo creía, él le dió un centenar de poemas, sólo hablaban de ella, sólo hablaban de sus miradas, de sus manos, de sus ojos...
Ella aceptó coger la mano de este pirata, subieron al barco, que era una nube y volaron a lo más alto de los cielos, él le recitaba, cada uno de sus poemas, tenían tiempo, tenían todo el tiempo del mundo, ella le escuchaba, ella seguía escuchando, hasta que el pirata cayó, cayó rendido en la nube, ella se asustó, ella le besó, el pirata empezó a reir, ella le pegaba, y él le decía que le encantaba...
Esto es un cuento, que habla sobre mi pequeñaja, esa que me roba los besos por las noches, y me regala abrazos, o me hace chantaje, o me canta nanas sin más, o me hace que le cuente como estos, ¿sabeis?, me vuelve loco.
Ya sabes, que esto, todo esto es solo para ti.
Mi pequeñaja
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