En esa tierra donde todo es trabajo
donde las paredes son blancas
y los campos del sudor de los jornaleros
En esa tierra donde las miradas son de rencor
y a cada esquina guarda un recelo
Allí es donde suena fuerte y sentío
entre las jaras y los romeros
el quejío de un cantaor
que regala sus requiebros
Es allí donde las muchachas danzan descalzas
con las melenas rizadas de la mugre
y la esperanza entre los ojos
Lloran los niños en brazos de las madres
que arrodilladas suplican la vida
al cacique dueño de las familias
al cacique que todo lo domina
Y los retazos de sonrisas
pasan fugazmente entre la noche
en maridos infieles, en curas impuros
Pero a pesar de todo
allí cada amanecer, amanece
y el azá nubla los sinos de cada día
y el vino nubla los sinos de cada noche
Y entre las puertas que se dejan entreabiertas
a veces se escapa el amor y,
a veces se escapa el sexo
de los infelices que arreglan el tiempo
con gemidos y tragos de aguardiente
con bailes, cantares y flores
con un cigarro entre los dientes
Y si quiers venir a este pueblo calate la gorra
cuando el sol te de en la frente
vistete para aguantar la picadura del sufrimiento
y preparaté para vivir viviendo
Al sur de Granada
re


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