en el último peldaño de la escalera
oscura y amigada con mi espectro
que me ha tenido escalando una vida entera,
con frío en los tobillos
y tres lunas negras al cenit
levito en los cantos de los grillos
mientras me queda el sabor no robado
de ese humo que hubiera compartido contigo.
Me escurro como lombriz en la arena
para sacarme aquellos anzuelos oxidados
pero no me tengas asco, piel morena
que sin ti solo soy bicho y no raro.
Que voy a anclarme en los prismas de la escarcha
que voy a sacar mi mechero de quemar
y del glaciar hacerte en hielo
un corazón que al gotear,
sea ácido,
para el más duro metal.
Y me vuelvo a sentir
un microbio en el mundo
un dios en tu besar
y mi ateo se hace el duro
mi beato ¿Dónde está?
Mi beato naufragó
en ese oscuro mar
al sentir ese calor
de ser dios cuando tú estás.
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El dia que penjí açò, t'estimava un poquet més
