como cuchillo afilado rasgando mis entrañas
sacaron furias e iras de mis adentros
El helado metal de tu voz fría y distante
Golpeo con fuerza
El combate estaba abierto
Subidos en el ring a un lado mis sentimientos
Y en el otro tu despecho
Combaten por decir la última palabra
Y por golpes más dolorosos recuerdo tu voz
Tronando en mis adentros, hiriente cual guadaña
Sacando la rabia de mí en forma de lagrimas
Tan sólo en este intervalo, en esta tregua
Concédeme un momento de alegría
Y déjame estar, sola y en paz.
De esas cosas que una vez escritas hacen que te sientas mucho mejor, no hay nada como desahogarte ante un papel
