La noche aún no ha llegado. El día sopesa las póstumas horas, el sol juega al quien es quien con la luna, despidiéndose de los pájaros hasta mañana. Los críos imberbes chillan, corren, saltan, se caen, lloran,...sus madres les cogen, les sacuden el polvo de la ropa y les muestran su disconformidad con la práctica de juegos tan peligrosos...El portero transporta un contenedor tras haber recolectado los despojos de los habitantes de mi bloque... En la ventana que da a mi espalda una fémina de unos veinticinco derrocha desencanto, perdiéndose en palabras escritas con caligrafía de médico, amparada en la tenue luz de un sórdido flexo naranja y fumando un cigarrillo rubio que dilapida la siniestra oscuridad de su habitación con rizos de humo, envolviéndola en nubes de full...ancianos ajados y vestidos con atuendos desfasados pasean por mi calle, cogidos de la mano, recordando quizás los años tan tétricos y a la misma vez tan maravillosos de la posguerra, años de estraperlo y brebajes imposibles en los que se buscaban la boca en la última fila del cine mientras observaban sin interés filmes de romanos..."Juventud divino tesoro" parecen implorar los labios del sexagenario hombre...Los altos ejecutivos de corbata y americana de lino, pegados a sus teléfonos móviles, extenuados de hablar pero capaces de continuar toda la noche en sus funciones que por más que le doy vueltas no consigo acertar cuáles son conducen Mercedes y beemeuves negros por Pedro Antonio de Alarcón, haciendo sonar su molesto claxon una y otra vez debido al monumental colapso de la calle...estridentes motos queman el asfalto, rugen los motores de las Zips en los que van montados niñatos de pelo corto engominado buscando presas, carne de cañón en algun callejón solitario para robarle hasta el llavero...-Hijos de puta-pienso... Huele a ciudad, a humo de fábrica, a tormenta de cera, a estío muerto y a otoño floreciente, a almidón, a alquitrán y a gasolina, a naftalina y a semen reseco, ella se ha marchado...Las estrellas están comenzando a hacer acto de presencia, el telón ominoso se va descorriendo y la luna, portadora de luz de esperanza y desilusión, de soledad e inspiración, de diversión y desamparo me guiña el ojo y me saca la lengua...Carpe Diem parece decirme, y creo que debo hacerle caso...
Más viejas movidas guardadas por ahí...Esto lo escribí en septiembre del año pasado,acababa el estío,que pronto comenzará de nuevo...
Tarde de estío
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