Son las seis
de la tarde,
mi reloj paró
el tiempo.
Empezo
a sonar una canción,
y empece
a llorar como un puro
simplón.
Mis lagrimas
no eran de dolor,
ni tampoco de maldad,
eran algo mas que la felcididad.
No eran nada comparando
tu sonrisa.
Salí a y media,
y bajé los dos pisos
que hay entre tu y mi corazón.
Me defendí
de los germenes
que había de por medio.
Tu siempre me elegías,
no soy egocentrico,
lo que soy es sincero.
Ya vés,
mi humo,
era mas grande
que el que echaba el camión
que había en la puerta esperando.
Yo no fumo,
ni tampoco, huelo tan
mal como algunos me dicen.
Parecía un arma de doble
filo mi amor por ti.
Pero ese doble filo,
era la esperanza y el amor
que yo podía desprender
hacía ti.
Era lo que yo sentía
por tu amor.
Ya le dije al antonio,
amos dale a esa guitarra,
tocame un buen blues,
sonaban trompetas,
saxos, armonicas.
Ouh Yeah!,
soltaba mi boca,
en cada nota de la canción.
Chof!!!!
Ya desperté del sueño,
quien te dice a ti que nunca soñamos
despiertos.
Mira tras la esquina del
rincón de tu cuarto,
¿quien te dice que yo no estoy allí?.
¿Quien te dice que yo no estoy allí?
bueno.. lo de siempre.. que me encantó, jajaj un puntazo lo dl cuarto jajs 
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