Siempre le pasaba lo mismo. Cuando alguien traducia sus propios poemas a una leguna extranjera -al menos de las que el conocia-, sus propios versos sonaban mejor que en el original. Por eso le sorprendio que la version francesa de su poema "El tiempo y la campana" le pareciera estupendo, gracil, sustancioso.
Dos años despues, un traductor italiano, que no sabia español tradujo aquella version francesa, y aunque el nunca habia sido partidario de las versiones indirectas -no olvidaba, sin embargo, que muchos años atras había conocido a través de ellos a Tolstoy, Dostoevsky y tambiem a Confucio-, disfruto gratamente de su poema "in italico modo".
Transcurrieron otros tres años y un traductor ingles que, como la mayoria de los traductores ingleses, no sabia español se baso en la version italiana, basada a su vez en la version francesa. Pese a tan lejano origen, fue lo que mayor placer le produjo al primigebio autor hispanoparlante. Solo le asombró un poco -en realidad, lo atribuyo a una errata de tantas- que esta nueva versionindirecta se titulara "Burnt Norton" y que el nombre del autor fuera un tal T.S.Eliot. Sin embargo, Le gusto tanto que decidio encargarse personalmete de traducirla al español.
CERTIFICADO DE EXISTENCIA
Dijo el fulano presuntuoso
hoy en el consulado
obtuve el habitual
certificado de existencia.
Consta aqui que estoy vivo
de manera que basta de calumnias.
Este papel soberbio,
irrefutable
atestigua que existo.
Si me enfrento al espejo
y mi rostro no está
aguantaré sereno
despejado
¿no llevo acaso en la cartera
mi recien adquirido,
mi flipante
certificado de existencia?
Vivir,
despues de todo,
no es tan fundamental
lo importante es que alguien
debidamente autorizado
certifique que uno
probadamente existe.
Cuando abro el diario y leo
mi propia necrologia
me apena que no sepan
que estoy en condiciones
de mostrar donde quiera
y a quien sea
un vigente prolijo
y minucioso
certificado de existencia.
Existo,
luego pienso:
¿Cuantos fulanos andan por la calle
creyendo que estan vivos
cuando en rigor carecen del genuino,
irremplazable,
soberano,
certificado de existencia.
SOBREMURIENTES
Cuando en un accidente,
una explosion,
un terremoto,
un atentado
se salvan cuatro o cinco
creemos,
insensatos,
que derrotamos a la muerte.
Pero la muerte nunca
se impacienta,
seguramente porque
sabe mejor que nadie
que los sobremurientes
tambien mueren.
P.D: Llevo bastante tiempo leyendo sus poesias, hace unos añitos ya, pero las releo, las vuelvo a leer y cada vez me parecen mas impresionante. Habria que santiguarse para hablar de el.

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