Mis noches vacías pasan lentamente, la lluvia fría salpica mis mejillas, el silencio acaricia mis manos, ¿Dónde ha quedado mi vida? Sola, triste, desesperada; te busco por todos los rincones de este pozo sin fondo donde fui a parar una mañana marchita.
Sigo mil caminos en busca de mi destino, quizá el equivocado, ¿quién sabe?, es todo tan complicado...Mil trampas me acechan en el camino, me sonríen y me esperan, ¡menudas son ellas!
Antes tu me acompañabas en mi viaje, me servías de guía; pero cambiaste tu camino, nos separamos en un cruce, izquierda, derecha, cada uno por un lado. Encontraste mejor compañía que iluminaba mejor tus días.
Me quedé sola, únicamente viene conmigo mi alma marchita, triste, fría...; sin equipaje he quedado. No puedo seguir así, una inmensa barrera corta mi camino, no puedo continuar, sin tu ayuda me es imposible. No aguanto más, ¿por qué no vuelves? ¿Por qué me has abandonado?
Cuantas preguntas sin respuesta, cientos de dudas que te niegas a responder, simples cuestiones que me ahogan, no me dejan ver, me atormentan, acortan mi vida perdida.
Tan solo espero una respuesta, una mísera palabra, con un lo siento hubiera sido suficiente. Únicamente pido una explicación y tu me lo devuelves con silencio, un silencio ensordecedor, que me mata lentamente, no me deja respirar.
Necesito saber el por qué de lo nuestro, de lo vuestro, de la nada. Sólo una palabra, un susurro, una mirada...
Esta duda me quema por dentro, atormenta mis noches vacías en soledad, ciega mi corazón, interrumpe los pasos de mi destino, me impide caminar...
Como cambian las cosas, y yo sigo aquí sentada, aferrada al pasado, no quiero soltarlo; es mío, ¿por qué no vuelve?. Me niego a ver que todo ha desaparecido, tus pensamientos ya no me miran, toda mi vida a cambiado de manos, ahora ya no me pertenece, es de otra...
Por un lado me alegro ya que ella consigue hacer que seas todo lo feliz que yo en su día no supe hacerte, inexperiencia, maldad... ahora ya, ¿qué más dará?. Pero por el otro, aún más fuerte y poderoso nace la rabia, el dolor la impotencia, al saber que yo ya no puedo hacer nada, no voy a poder conseguir todo lo que una mañana me prometí.
Me rindo, mis fuerzas se agotan, no puedo continuar, abandono ahora que aún me queda un poco de orgullo, el demás lo fui malgastando poco a poco. Mucha gente ya me ha dejado, se ha dado cuenta de mi locura y me ha apartado. Ahora sólo me queda decirte adiós, no volveré a interrumpir más tus pasos, hasta siempre.
Adiós
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