horas que no acabarán,
rozo tu piel con mis manos
quemándome con tus ojos.
Jugando en un mar de sábanas
que pronto son salpicadas
por los besos si palabras,
por las cómplices miradas.
Me enredaba con su pelo,
hilos de negro marfil,
que contrastaba incesante
con su pureza de niña.
Su tez blanca iluminaba
el fulgor de las caricias,
incesantes, palpitantes,
delicadas cual la brisa.
Beso sus pechos henchidos
de cariño y de pasión,
surco senderos prohibidos
cayendo en la perdición.
Weno nen@s, keria celebrar mi mensaje numero 300 (empece a escribir a mediados d Enero, asiq no esta tan mal, jeje)
Espero q os guste, creo q m salio bastante sensualilla, y q conste q no lo escribi pedo, lo escribi en clase d mate (q tiene su merito, sino q os lo cuente Che Guevara

Salud y Poesía