Prosa: Violencia de género

[peperrak]

No recuerdo el tiempo que hacía que no escribía nada. Esta noche me han pedido que hiciera un relato
de medio folio con este tema y me ha salido esto (a contrareloj). Y me he llevado una muy grata recompensa por ello. Ahí va:

Atrás quedan los años de noviazgo y los primeros del matrimonio de Soledad. Ese tiempo se ha esfumado junto
con los detalles que Juan tenía con ella en aniversarios, cumpleaños, o sin más motivo que verla sonreír como
solo ella hacía. Juan era detallista y eso a ella le encantaba.

Soledad no ha cambiado desde entonces, y disfruta del día a día en su trabajo en la redacción del periódico.
Pero el cariño de Juan hace ya tiempo que paró las rotativas.

Todo el entusiasmo que pone en su trabajo ha de dejarlo en la oficina, ya que en casa de poco le sirve.
Juan ni la mira al entrar, sabe que ni siquiera la merece, pero es demasiado cobarde para reconocerlo.
Ella cree que tiene por qué aguantar todo esto. Lo hace por el bien de su hija. Si habla, él se llevará a la niña,
como le advirtió la última vez que le puso la mano encima.

Amanece en la ciudad y, a pesar del frío, hoy el sol calienta más. Soledad deja a su hija en el colegio y se dirige
a la oficina. Parece un día más pero no lo es. Al entrar por la puerta la miran unos ojos que saben más que sus
habituales compañeros.

Hoy Soledad va a publicar su mejor artículo, aquel que le va a solucionar la vida, aquel que más cuesta de escribir,
aquel que toda mujer maltratada quiere redactar. Lo lleva en la mano casi estrujándolo, escrito de su puño y letra
en un finísimo papel amarillo. Soledad lleva consigo la denuncia que le va a salvar del que censura su libertad.

[arlequina]

Me gusta...

pero en la mayoría de los casos la mujer está tan psicopateada que no se atreve a escribir... tan preparado, tan prolijo...
si fuera tan fácil...