Soniámbula

Poesía y relatos.
Grimanyeta
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Soniámbula

Mensajepor Grimanyeta » Jue Dic 09, 2010 11:31 pm

Mis huesudos pies deformes sobre tierras desérticas.
A pocos metros de mi nariz, la inmensidad llegada hasta el horizonte, donde cae el universo.
Infinitas estrellas son tus ojos, cayendo en la totalidad del océano. Yo las miro, sin tocarlas, mojándome con sus viscosas partículas secas, añorando esa luz eterna y parpadeante. Metal incandescente sobre mis lágrimas, sobre mis redondos inquietos.
Te miro, y mis ojos, ya arrugados por el tiempo, ven la profundidad en los tuyos y hunden su luz en la calma de tus mares. La paz, el silencio, el sin de la nada, el todo en las sombras, la sal, lo insípido... Lo insípido en aguas saladas. El deseo de lo incondicional... Y retumba el eco de la elección en la tierna noche de verano, allá en lo más alto, en las montañas arropadas por un manto estrellado. Rompe los sueños, tal estruendo, y te veo desde lejos, dándome la espalda, sin mirar atrás.
Cae el mundo sobre mí y mi sangre ácida, picante y amarga, recorre las venas cada vez más débiles, sin oxígeno, que se entrecuzan en mi cuerpo. A veces demasiado superficiales, como todas esas cosas revoloteando por los suelos.

Aquí en la orilla, soñando con llegar al horizonte, sintiendo el miedo, la horizontalidad aplastante sobre la línea casi infinita. Infinita sin el casi para el poeta tumbado junto a ella después de navegar letras, tormentas y estrellas. Con el pero para quien espera y el fin para quienes desesperan.

Tranquilo; es de noche y la luna me acuna en su música. Sueño que sueño. Duermo. Creo estar, al final siempre creo. La incertidumbre no puede estar sujeta en un punto, ni mis sensaciones, que se dan con un canto en los dientes, aplauden el suelo, y a veces, mueren.
Oh, las sensaciones. El frío que eriza mi piel en este invierno tan frío, las patitas de hormigas jugueteando desde mi ombligo hasta mis pies en cada despertar. Mi peso, la sed,... Y como y bebo sin tener nada, fumando y notando mis alas. ¿Cómo voy a creer lo que veo?

¿Quién era aquella joven de sonrisa eterna?
¿Quién fue luz sin proyectar sombra?
Yo no era, yo no fui aquella.

Y tanto siento que siento que te hayas apartado de mí estirando mi odio con tu falsa dialéctica.
Lo siento, me siento un tanto áspera.
Y más siento no haberme dejado conocer; ni sobre la cama, ni bajo tus sábanas. Siento y lo siento.
Quisiera haber despertado antes de aquel sueño. Sería capaz, lo hubiera sido despierta, de caer en tu cielo, y no es malo, ni es bueno, son sentimientos. Sigo sin entender de qué tuviste miedo.
Llegas como un huracán a mi vida y la cruzas. Arrancas mis pies de la tierra, me desconciertas y desorientas, me demelenas.
Despacio, desde destinos desmedidos descubrimos desórdenes desnaturalizados desde desmontables hasta banderas sin hasta. Así es, así llegas...
Y luego, pues, pasa el tiempo, atraviesas la vía de tren sin mercancía, organismo sin glucosa, desteñido. Me arañas, felino; me desangras, vampiro...

Y es que, quizás faltan, han faltado palabras, lenguaje, abracadabra. Palabras como éstas, escritas desde la arena...
Aquí recojo, en un viejo y carcomido cuaderno muchas de ellas, y se juntan desordenadas, las observo mientras bailotean entre el papel y la tinta, y mi corazón se acelera, y sopla, sopla fuerte el viento desde el universo de estrellas, llevándose consigo toda esa sangre. Y las palabras, con sus alas, vuelan hacia la línea infinita para el poeta que la crea, y caen todas desplomadas, desplumadas, al abismo que sujeta la energía oscura. ¡Energía oscura alumbrabrando de oscuridad el universo! Donde al fin todos caemos, todos morimos, sin saber, sin entender, tantos vivos y vividos sueños.
Se abren las cortinas de pestañas. Me desoriento.
Tengo boca, nariz, aliento, aroma propio.
Hace calor, tengo frío y necesito llorar de felicidad.
Hay sombras de gente paseando por las calles, dando pasos sordos para tus oídos rotos.
Estoy, sin saber cómo...
Todo esto ha debido ser un sueño,
dulce o amargo...

Mi sonrisa sigue siendo la brisa en mi imágen, un besar continuo para mi rostro, para mis labios contentos al encontrar el recuerdo de un sueño... Tú y una joven traviesa improvisando melodías de manos abiertas y torneos de pieles y lenguas.
Ese sueño bien guardado en mi frasquito del pasado, donde no pierde su aroma.
Ese sueño que sólo cabe en el armario de mi felicidad.

Te quiero... Te quiero ver lejos y abrazarte muy fuerte, ver tus alas, felices, desde la orilla, precipitándose hacia el horizonte.

No hay despertar sin previo sueño...

¡Buenos días!
Ánima
Mensajes: 4667
Registrado: Sab Sep 18, 2010 9:59 am

Mensajepor Ánima » Vie Dic 10, 2010 1:05 am

moola!!
usuario eliminado 080113
Mensajes: 8379
Registrado: Lun May 28, 2007 2:17 pm

Mensajepor usuario eliminado 080113 » Vie Dic 10, 2010 9:48 am

es más, mola mil.

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