me llenas de soles las noches, de cercanía
la estufa de las mañanas frías
de invierno, en el sofá, bajo las mantas tibias.
De sonrisas
de jugo fresquito las tórridas mediodías
de verano, esa refrescante ducha en compañía,
oxigenando como ese paseo por la montaña sombría.
De música
también me llenas las horas, haciéndolas únicas
como aquel concierto, la plaza pública
llena de gente, y el grupo tocando sólo para nosotros, poniendo la rúbrica.

Le venía dando vueltas a la idea hace algún tiempo, por que una vez pensé y dije que también hay que aprender a expresar las cosas buenas.
A veces veo muchas sombras grises sobrevolando los versos.