Lugar de tierra removida

[Lunera]

Un día lánguidamente envejecido, anduve sin rumbo durante cinco horas. La enfermiza melancolía de mi ser, hastiada de porqués, de la pérdida de algo que no se recuerda, implorante de falsos besos, llevóme hasta el lugar de los compromisos, a donde se va en soledad a llorar; y entonces, fui consciente:

La gente se aproximaba a la puerta con mecánica lentitud de reloj de cuco, con oscuras ropas, sin ojos en los que reflejar otros ojos, con el cabello por velo - tristes-dulces encuentros entre los asistentes -; y yo, sin pertenecer a nadie, me adentré. En aquél jardín de bienvenida, dibujadas sin tiento las sombras del paso de los años, comenzaba a vislumbrarse la triste paradoja, que en el interior se extendería cuan insultante plaga: la vida sobreponiéndose a la muerte [el musgo crecía en el reborde de las lápidas, como desesperados dedos que se agarran con fuerza; los gatos paseaban entre las tumbas e incluso se ponían a lavarse la cara sobre ellas, con su sonrisa felina de ojos cerrados; las viejas de bata gris con estampados simétricos, cambiaban las flores muertas por otras frescas que morirían por la noche].

Incluso entre los muertos hay un norte y un sur: camas de piedra tan grandes como mi habitación frente a montículos de tierra seca con una cruz de madera, clavada de mala manera entre las grietas.

Allí había tumbas con fotos de los que estaban bajo mis pies, que ya no olían, ni miraban, ni suspiraban,? ?No caerás en el olvido? rezaban la mayoría de las losas sepulcrales, y yo pensé ?No, no es cierto; los que lo escribieron también morirán y yo no sabré quiénes fueron, qué gestos tenían, cómo era su voz ni cómo se reían, leeré su edad y su nombre, y veré que hay otro exactamente igual detrás de mí?; las tumbas descompuestas del 1800 así lo gritaban, las que estaban rotas, oxidadas, las ?sin flores de plástico?.

Allí sentada escribí: ?En mi pecho resplandecen fuegos fatuos?, y me dije: ?Un día estaré aquí, y no podré ver, estaré donde no hay aire,??, y lloré. Y me fui corriendo para ver anochecer, desesperada por querer ser consciente de mi existencia.


(Creo que ésto más bien es un borrador, espero que la idea al menos tenga donde dormir)