"Quizás..."

[NHCQT]

?Quizas...?


Bajo raudo las escaleras de su casa en dirección a ?el local?. En realidad se trataba de una vieja nave okupada hace unos años, en la que ya casi no existía actividad. Se usaba para guardar marrones; cohetes, fanzines poco recomendables, algo de munición inservible y kaputxas varias. Allí se podía hablar con total libertad, era un cuartelillo donde reunirse para preparar la lucha y coger el material. Cogió el tren ?como de costumbre, olvido pasar por taquilla- y se bajo en la tercera estación. Mirada despistada para comprobar que nadie le seguía y echo andar hacia la nave. Se estaba cayendo a cachos, aunque había un par de zonas habilitadas, medianamente ?seguras?.

- ..A las buenas.

Allí estaban Zote y Jaime, echando un cigarro mientras conversaban sobre la realidad asfixiante que nos envolvía. Hacia poco que se habían trasladado a Noxix a vivir, procedentes de un pequeño pueblo de la Cuenca Minera. La verdad es que había sido una suerte que vinieran, no hay mucha gente de fiar dispuesta a luchar. Comentaron, sintiendo como el cuerpo se llenaba de fuerzas para seguir en esto, la manifa de ayer y su repercusión en los medios de manipulación burgueses. Habían hecho varios actos simbólicos, de esos en los que descargas toda tu rabia abiertamente, en los que no hay nervios ni prisas, sin temor a represalias demasiado duras ?algo mas que unas hostias extra en la próxima visita a calabozos era improbable que te pudiera pasar- y con la satisfacción desbordándote por los 4 costados. Esta vez no les atacaron demasiado, estaban respaldados por organizaciones ?oficiales?, de las que, a pesar de luchar, merecen el cínico e hipócrita respeto por parte del enemigo.

- Bueno, entonces.. ¿Cómo lo hacemos?.
- Era bueno distraer al segurata.. Había pensado en algo con su walkie, algo limpio, que le restara tiempo de reacción. ?Zote pensaba en alto
- Esta jodido el tema del walkie, ¿no? ¿Sabemos frecuencia, algo para poder emitir?
- Nah, yo apostaría por tenerle vigilado un par de días. Esta gente lleva una costumbres calcadas al reloj, seria cuestión de controlar sus hábitos y actuar en consecuencia.
- Creo que me he adelantado a esto ?Sacó Txutxi una hoja doblada con una especie de tabla ? A las 2:05 se va a hablar por teléfono y a echar un cigarro, menos el Lunes, que lo hizo una media hora mas tarde.

Zote y Jaime rieron,
- ¡De puta madre, collaciu! Yo me quedo oteando y os aviso cuando este despejada la historia. ¿Desde donde vamos a tirarlo?
- Yo creo que lo mejor es el murillo este que hay al lado del museo ese... Donde estaban sentadas estas el otro día.
- ¿Cámaras?
- Todavía no la han repuesto ? Todos rieron la situación-
- Vale, ¿tenemos las movidas aquí?
- Sip, en esa habita debería estar todo.
- Estuve mirando un buen sitio para cambiarnos de ropa. Yo la llevare debajo y la azotamos donde la obra abandonada. Si nos ponemos algo difícil de identificar y lo quemamos también, no debería de haber ningún problema.
- Hostia, ¿vas a tirar dos cocos?
- ¡¡No joder!! Con alcohol yo creo que vale ?entre risas le guiño un ojo-
- ¿Tiramos uno por cada lado? El ?piso franco? esta cerca, podíamos quedar allí.
- Nos duchamos, yo me corto el pelo y tiramos para el Casco, ¿no?
- Claro, si justo a esa hora vamos a estar cenando en mi kely...

Mas risas y los nervios empiezan a aflorar. Habían quedado a las 2 de la noche, con todo preparado, cerca de la antigua estación de tren. Quedaban muchas horas y sabia que no se iba a poder sacar la acción de esa noche durante todo el día Empezarían las preguntas filosóficas, a cuestionarse sobre la utilidad de las pequeñas ofensivas, a buscar la parte negativa.. Hasta que estaría completamente seguro de que esa noche le trincarían, 3 días incomunicado y al talego. Dispersado por supuesto. Eran escoria, enemigos de la democracia y violentos radicales. Pero estas acciones le ayudaban a mantener la cabeza activa, a no dejarse llevar por la puta corriente que todo lo arrastra hacia el mar de la pasividad, de la muerte, de la derrota definitiva. En todos los aspectos de la vida.


Ceno poco, rápido y mal. Un par de canciones, para llenarse de coraje y rabia, y subió al viejo trastero donde guardaba la gasolina y todo lo demás. Preparo los cócteles y los escondió en el doble forro de su mochila. Se puso unos pantalones de funda, una camiseta de pijerio y el pasamontañas a modo de gorro. Respiro 3 veces, se cagó en su puta madre y se deseo suerte. Salió del portal y ya no había vuelta atrás.

Jaime había fotocopiado unas octavillas para tirar en el lugar de la puta obra. Se trataba de un proyecto mas de especulación urbanística con fines turísticos. Ya nada quedaba en ese jodido trozo de tierra que anteriormente tantas luchas había sostenido. No había industria, no había lucha, no había solidaridad y no había futuro. No teníamos nada que perder, salvo pasar a un patio de una cárcel mas pequeña. Teníamos una dignidad, una demostración de que no tolerábamos el engaño. Sabían perfectamente que no iban a conseguir nada provechoso con aquellos actos. Sabían que podían pasar a la lista negra, con todo lo que esto conlleva; Palizas en el talego, hambre, depresión, ruina, ?porqués?... ¿Pero que podía todo eso ante la necesidad imperiosa de decirles que no? Había que resistir, había que recordarles que les debería salir caro. Que se iban a librar ?o no- pero que estaban jugando con nosotros, con nuestras vidas, con nuestro futuro y nuestro pasado. Y que por el ridículo precio que les salía, teníamos derecho a esto y mucho mas.



Todo salió a pedir de boca ?utilizar esta frase es mas que atrevido, teniendo en cuenta la situación-. A los dos días en la prensa, se les relaciono con no-se-que grupo armado violento con no-se-que conexiones en no-se-donde. Lo de siempre. Habían hecho una muesca mas en la estaca. Quizás, algún día, algún historiador desbocado, diga que, con un poco de unión y conciencia, todo se podía haber evitado. Quizás haga falta que pasen 100 años para que alguien se dé cuenta.


NHCQT