Ella calló. Calló de forma súbita, casi brusca, como un aparato de radio al ser apagado. Algo en la mirada de él le advirtió que no era prudente seguir. Lo que estaba diciendo no era importante, al menos para él, que dejó de escucharla hace tiempo. Meses, quizá años, qué importaba, si los meses y los años siguientes volverían a ser de días tristes. Esta vez no hizo falta ningún golpe, ningún grito; él había aprendido a condensar toda esa ira en una simple mirada. Una mirada caliente sin ser cálida, pero al mismo tiempo profundamente fría.
Ella no tiene ningún nombre, y los tiene todos. O mejor dicho, sólo uno, único y terrible: Miedo. O quizá Dolor. O tal vez Angustia.
Pero siempre, siempre: Esperanza.
Ella
re
cuando la esperanza se calla asi... buff!!! k bueno, k bueno
¿Quién está conectado?
Usuarios navegando por este Foro: No hay usuarios registrados visitando el Foro y 3 invitados