Un dÃa más ha acabado, un dÃa mas a muerto, un dÃa más. Un dÃa más para cientos de personas que, como autómatas, repiten mañana tras mañana, tarde tras tarde y noche tras noche, la misma rutina cansina y deprimente. Las personas no viven, solo se dedican a repetir su destino dÃa a dÃa, ahà no hay vida.
Las pelÃculas nos cuentan historias, historias de amor, historias tristes, historias al fin y al cabo, pero hay miles de personas ansiando contarnos algo, esperando encontrar una persona que les escuche, hay miles de personas que esconden en la espalda de sus ojos miles de experiencias, imágenes, anécdotas..... siempre hay una historia detrás, pero seguramente miles de esas historias morirán sin ser escuchadas, morirán sin hacer participes al mundo que sucedieron de verdad, tal vez esas historias son demasiado tristes como para ser contadas, demasiado horribles como para ser escuchadas, demasiado alegres como para poder sentirlas, quizá todas esas historias estén esperando ser encontradas por alguien que de una vez las cuente al mundo antes de que el olvido las envié directamente al inquebrantable mar de el pasado, pero ahora, lo mas preocupante esque quizá esas historias sean demasiado reales como para que nuestros vÃrgenes oÃdos escuchen esos relatos de una realidad que se destaque poderosa en los tintes de esta vida que nos toca.
Y a través del cristal los paisajes se ofuscan y se vuelven repetitivos, lo que antes distrae al espectador ahora lo confunde... y la historia que pretendia contar ya no empieza del mismo modo, todo principio asentado es resquebrajado y arrastrado por el fango... y vuelta a empezar.
Aquà a mi vera aún hay un asiento vacÃo, pero ya ha sido ocupado multitud de veces por vete tu a saber "que" o "quien"... podrÃa jugar a tentar a la suerte del infortunio tratando de elaborar mis propias pesquisas sobre su últim@ usuari@, pero solo siento frÃo y tengo ganas de llegar a mi hogar, no escucho más que murmullos que conforman historias entrelazadas entre si, las cuales intento interconexionar pero la tarea no es harto fácil.
Una, dos y tres estaciones... son las que me restan. Un dÃa más ha acabado, un dÃa mas ha muerto, otro dÃa más...
Portazo y vuelta a empezar. Mientras tanto mis ojos lanzan, a borbotones, angustiosas y húmedas verdades como puños, al ver, invadiendo el horizonte, otro dÃa de soledades y lamentos, al ver, allà a lo lejos, otro amanecer... otro dÃa más.
divagaciones en el tren
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Y a través del cristal los paisajes se ofuscan y se vuelven repetitivos, lo que antes distrae al espectador ahora lo confunde... y la historia que pretendia contar ya no empieza del mismo modo, todo principio asentado es resquebrajado y arrastrado por el fango... y vuelta a empezar
plas plas plas muy weno
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