Dispensador de mondadientes

[Cemento]

El tiempo que al fino mondadientes amarillea,
por ventura ineluctable y por tributo inapelable,
de pvc contaminante o de madera biodegradable,
lega solera, ay palillo que mi boca dentellea.

Sin odas ni cantares floridos que lo requiebren,
por desdeñado el encanto de retirar un tropezón,
para que no fermente en un putrefacto abazón,
ampulosos poetas sin calle su mundo entenebren.

Lo hacen virutas de cólera cuando muerden furiosos,
con los ojos llameantes y el ceño fruncido,
intenso chinchón, mus, dominó o tute desplacido,
al hidalgo mondadientes compañero de viejos afanosos.

Y ahora los petimetres lo relegan al olvido,
¡Qué impotencia que no entiendan su poética!
¡Qué cérvidos que no comprenden su ascética!
De moderno y cretino, antro de necio malparido.

De bar sin mondadientes en barra y mesas,
un otoño sin melancolía, un cometa sin estela,
una paja sin corrida, una gasolinera sin Camela,
huye como de epidemias, pestes y turba de inglesas.


Bares, cerveza, whisky y mondadientes: impronta indeleble de por vida. Los argumentos mundanos refuerzan la idea de que la vida mola a pesar de todo, porque aunque el corazón trasciende al órgano, la razón se pudre y la franqueza sólo se encuentra en el amor fugaz de las putas.

Así que vivan los bares y el alcohol, viva el vicio y el rock'n'roll.

Y las putas de carrera.

Más palillos en los bares.

[txabal]

Con forme voy bajando, vas aumentando mi sonrisa y ganas.


¡He tenido una erección! oh my god.

[Cemento]

Me alegra que lo hayas leído con agrado. Gracias.

Detrás del exceso, el artificio y el aparente despropósito, están los cambios que están sobreviniendo y a mí me porculean. ¿Para qué hablar si podemos teclear? ¿Para qué mirar a los ojos si podemos evitarlo con un send en la dsitancia? ¿Para qué enfrentarnos a los problemas cuando podemos parapetarnos tras una pantalla de móvil u ordenador?

Maldita transición que nos arrastra como Homo sapiens al Homo tecnologicus. Cada vez peor.

[al-ándalus]

Totalmente de acuerdo, los sentimientos se han convertido en letras.