La palabra al final del camino,
susurro entrelazado de ironía
la oración que marca el destino,
de dulce melancolía.
La caricia precisa sin pedirla,
solo por mis ojos sobre tu mirada;
saturación de imprecisas consecuencias,
absorviendo todo lo que ahora es, nada.
El alba de un nuevo día,
marcado por insomnios,
sin tempestades incontrolables,
ni imágenes de unicornios.
Gota que fluctua entre cadenciosas
hojas a las que reclamar inocencia,
cuando aún no han volado,
ni descubierto la fragancia de las rosas.
Sangre impulsora de cada paso,
que resbala por mi mejilla,
para acabar en el triunfo,
del cariño sobre el ocaso.
Bandera a la que jurar lealtad,
por encima de todo lo mundano,
si ir más allá, del volar
que siente cualquier humano.
Todo esto, y mil palabras unidas
por el broche de un beso sobre la piel,
son mis sentimientos,
fundiendo mi corazón en papel.
A quien viene siendo habitual.
Salió algo extraña,algo "rimosa".¿no?
Amazing, quizá sea un exceso de ese líquido espumoso,ya me entiendes



Salud