nos hemos juntado dos borrachos,
uno de ellos era yo,
y el otro, era mi corazon.
En el suelo estaban unas cervezas,
encima de la cama, estaba yo,
encima de la mesa un cenizero,
y encima del cenizero, mi corazon.
Envuelto en papel de regalo,
una poesia te deje al lado,
al despertarme ya no estaba,
y fui contento a buscarla.
Al entrar en tu habitación,
vi que tu ya no estabas,
te habias marchado haciendo la cama,
dejando encima, un pequeño regalo.
Empezando a recordar la noche pasada,
me acorde de la poesia que te deje al lado,
y al abrir tu regalo me di cuenta,
de que no era mas;
¡Que la poesia que anoche, yo te habia guardado!
