De mí se desprende riqueza
el dorado es mi color,
mí aroma, de los más cotizados
pagados sin pudor.
Me visto, con las mejores telas,
por donde camino,
admirado soy
por todos aquellos
que comparten con uno mismo.
¿Para qué con los demás?
A mi lado, viajaras
por lo menos, al principio
ya que luego terminaras,
no queriendo gastar
todo lo conseguido,
para tener más y más.
Me querrás más que a tus hijos
deseándome hasta el final.
Pobre humano, no inmortal,
que no podrás durar
igual que tus beneficios.
A un Rey concedí sus deseos,
más luego se arrepintió,
no soy culpable de sus males
ya que es eso, lo que él me pidió.

