el océano de mi dolor eterno

[Canijilla]

Castillo difuso y lejano el de mi alma, recorriendo la letanía incipiente de los ardores pasados; me sirven las vestiduras de los señores feudales...
me recuerdan mi eminente fracaso.

Sombras que acercan sombras, luces apagadas, parece que cayó la noche; los murcielagos danzan su ronda, las avispas zumban en mi oído pequeño; ya la tormenta se asienta en mi pecho sin latidos.

Pesares y congoja en la mitad de la oscuridad golpean mi frente; me dicen de amores pasados, de esos que jamás vuelven...de esos que quisiera enterrar en aquella fuente.

Mi vestido negro flotante me viste de hechicera; coloco mi pócima letal en tu copa repleta de indiferencia; al fin se terminará esta inútil complacencia...al fin diviso la carroza de los sentimientos muertos.

Mar cobija mi desesperanza, es un ruego, una súplica!
Dame quietud en algún instante del presente, porque tus olas rompen...
rompen para dejarme silenciosa...en el oceano de mi dolor eterno.

[Cronos]

Aplausos, si señó.