Me asomé
a lo que era tu balcón,
no encontré,
ni una palabra sin razón.
Me dí la vuelta,
y caminé hacia adelante,
y no volví hacia atras,
eras caminante,
pero caminante sin cesar.
No dejes camino,
que sin camino
no hay vino,
no dejes hueco,
que sin hueco no
hay cobijo.
No dejes
sendero sin conocer,
por que quieren
conocerte,
no dejes rastro,
ya que serás buscado.
No hagas
nada a los arboles,
hazte amigo de ellos,
que te serán de ayuda,
entre tanta lluvia.
No busques
entre arbustos,
que no encontrarás,
nada más.
Encontraste el camino,
viajante de caminos,
encontraste el camino,
a la felicidad.
Me asomé al balcón
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